De casa en casa se transmite la dolorosa noticia. No lo podemos creer, nuestra esperanza vivía alimentándose a diario para que la salud del comandante presidente Hugo Chavéz se restableciera. ¿Por qué los buenos mueren? ¿Por qué los malos no pagan sus culpas? ¿Dónde está la justicia divina?
El cruel reloj marcó su último minuto, la fatídicas cuatro con 25 minutos de este 5 de marzo jamás serán olvidadas. Nuestro Bolívar del siglo XXI abandonó su cuerpo en esta Tierra para subir al olimpo de los héroes donde Martí y Bolívar lo siguen acompañando.
Aunque el aire tome forma de tornado no te preocupes Hugo, no decaeremos. Sí, la vida es un breve segundo, es un sueño; pero tú lo supiste vivir por tu pueblo, por la integración, por la libertad. No has muerto los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos.
La muerte es solo un protocolo más para seguir viviendo, porque tú vives, tú lates en el corazón de todos los que te queremos y admiramos. Partida no es sinónimo de despedida, jamás será un para siempre; sino un hasta luego. Tus ideas y ejemplo se multiplicarán en nuestra América, porque ya es “la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la Plata en las raíces de los Andes”, por ti lo haremos, por ti seguiremos luchando, contamos con tu guía Hugo.
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